martes, 15 de enero de 2013

Fallece Nagisa Oshima, el provocador cineasta japonés


  • El director muere a los 80 años en un hospital de Kanagawa, en el centro del país nipón.
  • Polémico y atrevido, es recordado por películas como El imperio de los sentidos
El cineasta japonés Nagisa Oshima, director de películas como El imperio de los sentidos y Feliz Navidad, Mr. Lawrence -protagonizada por David Bowie-, ha fallecido a los 80 años en el hospital de Fujisawa, en Kanagawa, al sur de Tokio, a causa de una neumonía, ha informado hoy la televisión pública NHK. Oshima estaba casado con la actriz Akiko Koyama, quien lo acompañaba en el momento de su muerte. Considerado uno de los directores más audaces y más controvertidos de Japón, Oshima fue en los años sesenta una de las figuras emblemáticas de la llamada nueva ola nipona. En las décadas posteriores se convirtió en uno de los nombres con mayor proyección del cine de su país.

Oshima había sufrido una hemorragia cerebral en 1996 que le causó una parálisis y le obligó a seguir una larga rehabilitación, aunque en 1999 volvió a la dirección con la película Taboo, su último largometraje, que compitió en el festival de Cannes. Nacido en Okayama en marzo de 1932, Oshima estudió Derecho en la Universidad de Kyoto, donde destacó por su activismo de izquierdas y desarrolló su afición por la escritura y el teatro.

Al concluir sus estudios ingresó en una productora local, pero pocos años después, desencantado, creó su propia compañía, que fracasaría comercialmente y le obligaría a trabajar para la televisión.

Tras su debut en 1959 con El barrio del amor y la esperanza, los sesenta fueron los años de su consolidación como una figura crítica con la sociedad y la política, que denunciaba con crudeza en películas que a menudo tenían como protagonistas a personajes rebeldes o criminales. Entre sus obras de aquella época destacan filmes como Los placeres de la carne (1965), Los Ninjas (1967) o Diario de un ladrón de Shinjuku (1968) pero fue El imperio de los sentidos (1976) la que le consagró a nivel internacional.

La película, una historia basada en la obsesión sexual de una pareja real con un contenido explícito, fue censurada en Japón y rechazada en el Festival de Cine de Nueva York, pero obtuvo el Premio Internacional del Festival de Cine de Cannes y un amplio reconocimiento en varios países. El momento más dulce para Oshima llegó en 1978 con el galardón a mejor director por su film El imperio de la pasión

Las cintas del cineasta nipón han sido objeto de homenaje en numerosos certámenes, entre ellos el Festival de Internacional de Cine de San Sebastián, que el pasado noviembre anunció que en su próxima edición, Oshima será objeto de una retrospectiva que reunirá todos sus largometrajes.

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