Son las 15.20 h. del primer domingo de un agosto que ha empezado con calor y mal tiempo a partes iguales. Julio fue un mes lluvioso y frío que recordaba más al otoño que a la calígula a la que estamos acostumbrados y, por lo que se ve, agosto no va a ser mucho mejor... Faltan sólo unos días para empezar unas vacaciones que, por decisión propia, van a ser de descanso en soledad. Que estoy atravesando una crisis, es innegable. Por eso he venido aquí, para ir tomando nota de mis aburrimientos...
No es la primera vez que tengo un blog, los anteriores vagan perdidos por los océanos virtuales después de haber recogido diferentes momentos de mi vida sin demasiada constancia, a éste no le auguro un futuro distinto aunque, en principio, el planteamiento a la hora de iniciarlo es muy diferente. No es un blog destinado a que nadie lo lea, el objetivo no es tener una larga lista de seguidores y comentaristas, se trata más bien de algo íntimo y personal, para mi propio recreo y disfrute, un lugar en el que ir acumulando recuerdos, una especie de desván emocional.
Y, después de esta breve introducción, destinada a ver cómo va quedando la estética del blog, me retiro a ver una película...
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