viernes, 2 de septiembre de 2011

El perfecto anfitrión, Nick Tomnay, 2010


Título original: The Perfect Host
Director: Nick Tomnay
Guión: Nick Tomnay
Fotografía: John Brawley
Música: John Swihart
País: Estados Unidos
Año: 2010
Género: Intriga. Thriller
Duración: 94 min.
Reparto: David Hyde Pierce, Clayne Crawford, Nathaniel Parker, Helen Reddy, Megahn Perry, Joseph Will, Tyrees Allen, Brooke Anderson, Cooper Barnes


Basada en un corto del mismo autor. Después de atracar un banco, la cara de John Taylor aparece en los noticiarios locales, así que debe esconderse durante algún tiempo. En un barrio acomodado de Los Ángeles tiene la oportunidad de hacerse pasar por el amigo de una amiga de Warnick Wilson, el perfecto anfitrión. Cuando las horas transcurren y el vino fluye sin parar, Wilson descubrirá que las apariencias engañan. (FILMAFFINITY)


Nota: 6,5

Lo mejor: que seas un cazador de películas de culto.
Lo peor: los últimos 20 minutos enrarecen demasiado la función.
La suma: El Guateque + Funny Games = El Perfecto Anfitrión

A ver. Cuidado. Que la más que decente nota que encabeza esta crítica no significa que estemos ante una película que vaya a gustar a todo el mundo. Es más, serán pocos los que sientan indiferencia hacia El Perfecto Anfitrión y muchos los que la cataloguen de broma tramposa o de genialidad encubierta. Y seguramente todos tengan razón, pero esa huida deliberada de un género concreto y esa apariencia totalmente festivalera ya limitan de por sí sus posibilidades alejándola de otros ejercicios similares que se han convertido en clásicos como La Soga de Hitchcock o La Cena de los Idiotas de Francis Veber.

Para que nos entendamos, El Perfecto Anfitrión es una película rara de cojones que exige del espectador una mente abierta y muchas ganas de que jueguen con él. La trama nos presenta a John, un vulgar ladrón que acaba de robar un banco y que, ironicamente, es atracado en una gasolinera donde, para más inri, escucha en la radio que la policía le ha identificado. Desesperado, decide irrumpir en una casa haciéndose pasar por un amigo de la familia mientras espera que sus perseguidores le den por desaparecido. Pero resulta que Warwick (David Hyde Pierce), el anfitrión de la mansión, espera invitados, y la cena que se avecina promete ser peor que 7 años en San Quintin por robo con intimidación. A partir de este punto es casi imposible no desvelar nada de la trama de la cinta sin arruinar su magia, y creedme cuando os digo que si hay alguna película a la que merece la pena llegar completamente virgen es esta. Avisados estáis.

A pesar de que los primeros 15 minutos parecen incluso ambientarse dentro del universo de la serie Frasier que hizo mundialmente famoso a Hyde Pierce con el actor repitiendo su papel de pijo irritante, lo que acontece a continuación es un señor giro de guión que se puede intuir, pero que pillará por sorpresa a más de uno. El cazador se convierte en el cazado y la decepción del espectador tras comprobar lo poco que ha durado lo que parecía la premisa de la cinta (que el atracador no sea descubierto) deja paso a la curiosidad ante el nuevo panorama.

El thriller pierde fuelle en el segundo acto y la comedia negra se apodera de la función, que incluso se permite un número musical totalmente delirante. Aunque a estas alturas ya nada de lo que haga Warwick puede sorprender a un espectador que lleva casi una hora asisitiendo a un retrato del personaje cargado de matices realmente perturbadores. Pero es en su final donde la película pierde esa fuerza que otorga lo incómodo y lo extraño ya que, precisamente, todo se vuelve demasiado raro. Forzado. Casi irreal.

Ese último tercio innecesario es casi lo único negativo que se le puede achacar a El Perfecto Anfitrión, que ha supuesto un debut más que digno técnicamente para el cortometrajista Nick Tomnay. Precisamente, la película parte de un corto suyo de 2001 titulado The Host, y esa necesidad de alargar el metraje hasta lo que exige un estreno cinematográfico es lo que impide que la historia quede todo lo redonda que debería.
¿No hubiera sido mejor terminar la cinta cuando John gana la partida de ajedrez?, ¿Por qué Warwick no le pregunta nada a Taylor sobre el dinero si al final es capaz de arriesgar su carrera para conseguirlo?

Pero más allá de la trama, que daría para horas de análisis y comentarios sobre sus cientos de detalles más o menos afortunados, la cinta también cuenta con el aliciente de la interpretación de Hyde Pierce, difícil de ver en la gran pantalla y con un registro tan arriesgado como lucido. El desconocido Clayne Crawford (Kevin en la última temporada de 24) también aporta sus buenas formas porque, de otra forma, sería imposible sostener un relato que basa sus giros y juegos en el contrapunto entre dos personajes que representan las dos formas predominantes de entender la naturaleza humana: aquella que lo califica como un lobo para su especie y la que apela a su bondad, aunque en ocasiones sea complicado distinguir quién representa a cuál.

Pablo de los Ríos (La palomita mecánica)


The Perfect Host empezó como un corto titulado The Host. En un principio estaba ambientada en Byron Bay, una zona rural de Australia, y tenía mucho de thríller atmosférico, pero por mi estado de espíritu en aquel momento, y por vivir yo en una ciudad, el tono y la localización cambiaron. Tras escribir una primera versión del guión, solicité la colaboración de un amigo, Krishna Jones, y juntos escribimos The Host, en 1999. En 2000, la rodé, en 2001 empecé a mandarla por ahí y en 2002 hizo el circuito de los festivales.

Durante todo ese tiempo seguí haciendo spots. The Host ganó unos cuantos premios, entre ellos el Premio al Mejor Corto de la AFI (Academia de Cine de Australia). En ese tiempo también me busqué un representante y empecé a trabajar sobre el guión de The Perfect Host. De nuevo recurrí a la ayuda de mi amigo Krishna Jones para que me ayudase en una primera versión. Después de eso, mi mujer y yo nos trasladamos a Nueva York. En los cinco años siguientes seguí trabajando sobre el guión en Nueva York. Durante ese tiempo, a pesar del interés de dos productoras, no se llegó a concretar nada.

Así que seguí hacienda spots, al tiempo que trabajaba en el guión. Una noche mi representante me llamó para decirme que estaba harta de esperar y dijo que ella y su socia estaban decididas a producir y financiar la película. Yo dije que sí, y se incorporó otro productor, Mark Victor. Ya estábamos todos decididos a dar el siguiente paso: encontrar un actor para interpretar el papel de Warwick.

Con poco dinero para ofrecer a un actor, y con un personaje que hace cosas bastante extremas, no fue fácil buscar a un actor para hacer de Warwick. Más aún considerando que aquel actor tenía que ser realmente bueno.

Afortunadamente, David Hyde Pierce estaba dispuesto a arriesgarse; con Warwick y conmigo. En el otoño de 2008, me despedí de mi familia y me fui a Los Ángeles a hacer mi primer largometraje.

Rodamos la película en 3 semanas, todo un reto. Creo que si no hubiese proyectado la película miles y miles de veces en mi mente durante el proceso de escritura, The Perfect Host sería una película distinta. Pasé el año 2009 en Nueva York, en una sala de montaje.

Estoy realmente encantado de estar en Sundance. Es mi primera vez en este Festival y tengo muchas ganas de vivirlo y, sobre todo, de ver The Perfect Host con un público. Todas las películas se hacen para un público, y para funcionar, la nuestra necesita el suyo. La película es un relato, un enredo, que invita al espectador a un viaje con los realizadores y con los personajes. Esperemos que rían y disfruten en el transcurso de ese viaje”.
Notas del director

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