Dirección: Federico Fellini.
Guión: Federico Fellini, Tonino Guerra.
Fotografía: Giuseppe Rotunno.
Música: Nino Rota.
Producción: Coproducción Italia-Francia; F.C. Producioni / P.E.C.F.
País: Italia
Año: 1973
Género: Comedia
Duración: 118 min.
Intérpretes: Pupella Maggio (Miranda Biondi, la madre de Titta), Armando Brancia (Aurelio Biondi, el padre de Titta), Magali Noël (Gradisca, la peluquera), Ciccio Ingrassia (Teo, el tío loco de Titta), Nando Orfei (Patacca, el tío de Titta), Luigi Rossi (Abogado), Bruno Zanin (Titta Biondi), Josiane Tanzilli (Volpina, la nifómana), Maria Antonietta Beluzzi (la estanquera), Giuseppe Ianigro (El abuelo de Titta),
Cuenta la historia de algunos personajes que viven en la ficticia ciudad de Borgo, basada en la ciudad de Rímini, ciudad natal de Federico Fellini, durante el período de la Italia fascista en la década de 1930.
Con la apariencia inicial de la típica película costumbrista italiana, adquiere pronto una dimensión de ironía, farsa y esperpento.
El título del filme (a m'arcòrd) quiere decir literalmente "yo me acuerdo" (o "me acuerdo de", "recuerdo") en el dialecto propio de Emilia-Romaña, la región italiana donde está situada Rímini.
Hay una serie de títulos por lo que uno ama el cine y “Amacord” (1.973), “Yo Recuerdo ” en castellano, de Federico Fellini es uno de ellos.
En este film, el genio de Rímini llega a la apoteosis de su creación y desde mi punto de vista, es su mejor película, donde se refleja lo mejor de su hacer y donde sus excesos en otros films, como un íntenso barroquismo se estiliza y se sucede una profusión de imágenes extraordinariamente líricas e íntensas, como son los verdaderos recuerdos. “Amarcord” es ante todo una serie de recuerdos, recuerdos a veces no del todo objetivos, pero recuerdos que han formado el propio universo interior de Fellini y se refleja en toda su obra, ya que “Amarcord” es Fellini en estado puro y “Amarcord” tambien está presente en todas las otras de obras de Fellini.
Si la Parma de “Novecento” de Bertolucci era un microcosmos de Italia, tambien la Rímini de “Amacord”, aunque oniricamente la hacen llamar Bogo, es un reflejo de la nación transalpina, con sus luces y sus sombras. Fellini quiere dar una imagen colectiva de un pueblo, de toda una sociedad y con ello da una visión mucho más alegre y hasta desenfada y mucho menos sombria que cuando trata a individuos aislados. Este hecho hace que el film sea un mosaico generosamente fracturado que no pertenece a un solo personaje, pero no pensemos que “Amarcord” es una película coral, porque cada personaje tíene su propia complejidad y su mundo interior, Fellini logra transmitir lo colectivo y la individual en un mismo plano y el espectador ve la multitud, pero tambien ve el individuo.
En esta sucesión de recuerdos que es “Amarcord”, los niños y los adolescentes adquieren una importancia especial, es su visión ingenua, vitalista y a veces distorsionada. Lo que Fellini intenta transmitir, en este aspecto la película adquiere un fuerte tono autobiográfico. Y esta visión es geneticamente crítica, la Italia fascista de los años 30 se observa como algo grotesco y esperpéntico, pero no se esconde su violencia y su brutalidad, aunque esta violencia y brutalidad se ve como algo especialmente absurdo y sin sentido. Por todo ello Fellini utiliza una mirada especialmente mordaz, como si la risa fuera el mejor antídoto contra la intolerancia.
Pero este fascismo no logra acabar con el vitalismo de una sociedad, no logra acabar con el alma humana y ese Bogo-Rímini está vivo y el propio Fellini para reflejarlo utiliza recursos clásicos y casi academicos como la progresión a través de las estaciones y así introducir el efecto del estado de ánimo de los personajes.
Personajes todos memorables y llenos de encanto, como el joven Titta, alter ego del propio Fellini, Miranda, la madre de Titta, la típica mamma italiana. Aurelio, el padre de Titta, conservador con su familia pero anti-fascista. Su tio Teo, internado en un manicomio, el historiador aficionado, una especie de cronista local y su visión sarcástica de la realidad, la casquivana y coqueta Gradisca, sex- simbol de Bogo, sex-simbol de Italia. El vendedor ambulante Biscein, la estanquera pechugona, el anciano arcordeonista ciego o Volpina, la prostituta ninfómana, todos personajes que al verlos nunca se nos olvidará.
Y el vitalismo se refleja tambien en una serie de escenas memorales que siempre quedaran prendidas en la retina de quíen tenga la suerte de haberlas visto, aderezadas por la hermosa fotografía de Guiseppe Rotunno y la música de Nino Rota. Escenas como, la aparición del transatlántico por la noche, la nevada en la ciudad costera, la carrera de coches por las calles de la ciudad, la escena iniciatica de la estanquera, la internacional sonando desde un campanario, el acto fascista con la aparición del busto de Mussolini, la visita a la casa de campo familiar del loco internado en el manicomio, la llegada del haren del emir al principial hotel de la ciudad, el recibimiento del Principe y finalmente la oniríca escena de la boda, como fin del recuerdo y fin de la película.
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