viernes, 14 de octubre de 2011

Los Miserables en el Teatro Musical de Barcelona


Reparto: GERÓNIMO RAUCH (Jean Valjean), IGNASI VIDAL (Javert), ENRIQUE R. DEL PORTAL (Sr. Thenardier), GUIDO BALZARETTI (Marius), LYDIA FAIREN (Eponine), VIRGINIA CARMONA (Fantine), EVA DIAGO (Sra. Thenardier), DANIEL DIGES (Enjolras, TALÍA DEL VAL (Cosette), VÍCTOR DÍAZ (Capátaz / Brujón), PACO ARROJO (Bamatabois / Montparnasse), DAVID ORDINAS (Obispo / Combeferre), CARLOS SOLANO (Grantiere), ÁLVARO PUERTAS (Claquesous), ALBERTO ALIAGA. GUILLERMO SABARIEGOS, EDGAR MARTINEZ, DIEGO RODRIGUEZ, MARCOS PÉREZ, DAVID VELARDO, RUTH CALVO, RAQUEL ARCOS, RAQUEL ARCOS, SILVIA LUCHETTI, ELENA MEDINA, ADRIANA VAQUERO, XENIA GARCÍA, ANA SAN MARTÍN, ANGEL SAAVEDRA, LOURDES FABRÉS, MARÍA JOSÉ LUCAS MARTÍNEZ, GONZALO ALCAÍN, SANTIAGO CANO

Creación: Alain Boublil y Claude-Michel Schönberg

Letras: Herbert Kretzmer

Dirección: Trevor Nunn y John Caird

Página oficial


Dicen que este año la temporada teatral de Barcelona estará repleta de musicales, y de grandes musicales. De momento coinciden en la cartelera dos de los musicales que el año pasado iluminaron todo Madrid: Chicago y Los Miserables. Pero ahora nos quedamos con el segundo, un monumental fresco, una auténtica obra audiovisual (tanto se disfruta des de la oreja como con los ojos), majestuosa en todos los sentidos. Aunque no conozco otras propuestas que se hayan hecho de esta obra, intuyo que esta producción de Cameron Mackintosh (con un equipo de grandes profesionales de los musicales en toda Europa) para el 25º aniversario del legendario musical de Boublil i Schönberg debe ser de las mejores que se hayan hecho.


La historia es muy interesante, la vida de un ladrón rehabilitado (por la gracia de Dios? ejem, ejem….) que se pasa la vida huyendo de su perseguidor, un representante de la ley que quiere hacerle volver a la cárcel. Claro está que pasan muchísimas más cosas que añaden a tal argumento altas cuotas de intensidad emocional. Además, claro está, estamos hablando de una obra histórica, ambientada en la Francia revolucionaria del siglo XIX. Una obra escrita por Victor Hugo, uno de los mejores escritores en lengua francesa, el más romántico y revolucionario en su momento (y en este momento, depende de para quien también podría serlo). Pero, y aunque el trasfondo social es vital, el conflicto mayor está entre el perseguido y el perseguidor, el héroe y el antagonista, Jean Valjean y Javert. Estos dos personajes se van dibujando a lo largo de los años que marca la obra, tienen sus encontronazos violentos, se separan y se vuelven a encontrar porque uno no existe si el otro. Valjean necesita de Javert para recordar quién era y reafirmarse en su nueva posición de padre protector. Javert necesita de Valjean para saciar sus ansias de venganza y para ponerse al lado de la ley y de dios (lo divino en esta obra sirve para lo bueno y para lo malo). Y la resolución definitiva de todo el conflicto es simplemente magistral. Y eso me sugiere un enlace para hablar de la escenografía.
Como ya he dicho es una obra que se disfruta tanto en lo auditivo, grandes voces al servicio de grandes canciones, como de lo visual. La escenografía es impactante, desbordante, gigante, barroca en escenas más corales, minimalista en escenas más íntimas. Pasando de la espléndida barricada a las catacumbas proyectadas en video. Punto aparte merece el juego de las luces (magnífica la interpretación lumínica en el ataque a la barricada) y los fondos que pasan de las escenas más costumbristas a los paisajes románticos y tenebrosos inspirados en las pinturas de Hugo, aportando, a su vez, un dinamismo y profundidad. Siento repetirme, pero es un monumental fresco.


Y claro está, magnífica interpretación vocal de todos y cada uno del elenco. Con especial querencia para los dos protagonistas. Valjean es Gerónimo Rauch, y este chico hace con su voz auténticas virguerías, pasando del trueno al agudo más delicado e hiriente. Y luego tenemos a Javert, el actor Ignasi Vidal. Éste al igual que Rauch maravilló a todo el público sobretodo en sus canciones en solitario como la de su epitafio. Pero no hay que desmerecer a nadie, ni tan solo a los niños que también lanzan sus gorgoritos. Y a nivel personal me quedo con la magnífica voz de Lydia Fairen al cargo de Eponine y ese fantástico profesional que es Enrique R. del Portal haciendo del bravucón mesonero Thenardier.
Aún resuena en mi cabeza varias canciones del musical, pero sobretodo la línea musical del Soñé una vida (para los menos entendidos, el I dream a dreamed que popularizó Susan Boyle). Y eso supongo que es un buen indicativo. Sin duda, Los miserables es un musical majestuoso.

Martí Figueras Martínez (másteatro.com)


Los eslóganes Más que un musical, una leyenda y El sueño se ha hecho realidad, que acompañan al título de esta nueva versión de Los miserables en su cartel promocional, no son una exageración. El musical más popular de todos los tiempos, basado en el novelón de Victor Hugo, ha llegado por fin a Barcelona en un montaje de 2010 con el que se celebra su 25º aniversario. Más de una treintena de intérpretes son la cara visible de una producción que cuenta con un centenar de personas, todas ellas al servicio de una puesta en escena actualizada francamente espectacular que incluye la proyección de dibujos que son originales del propio Hugo. El ambiente rural y parisiense de la primera mitad del siglo XIX que él describe está ahí, sobre el escenario, con su bruma y su miseria: las calles y los carros, las casas con sus balcones, la fábrica de Valjean convertido en Mr. Madeleine, la taberna de los Thénardier, las barricadas de los estudiantes revolucionarios, escena que por cierto es un Delacroix en movimiento; todo ello forma parte de un dispositivo escenográfico impecable, tremendamente eficaz y ágil. Las proyecciones facilitan la huida de Valjean con el joven Marius a cuestas por alcantarillas de la capital y, convertidas en las aguas del río, engullen literalmente a Javert, el inspector de policía, cuando se suicida lanzándose desde lo alto de un puente, uno de los efectos más logrados.
La treintena de temas musicales se siguen fluidamente unos a otros y la historia folletinesca de los protagonistas se explica perfectamente a través de ellos, sin apenas libreto, gracias a unos intérpretes que no solo cantan bien, sino que además se les entiende mientras lo hacen. Y no es una obviedad. Los personajes son de carne y hueso, sufren y emocionan. Todos están estupendos, incluso los niños, entre los que destaca el simpático Gavroche de Bruno Petra. La muerte de Fantine (Virginia Carmona) es conmovedora; los Thénardier (Enrique R. del Portal y Eva Diago), la grotesca pareja de bribones que regentan el hostal y cuidan de Cosette, protagonizan por separado un par de canciones que reúnen lo más cruel de La cenicienta y lo más diabólico de Sweeney Todd. La relación de perro y gato entre Javert (Ignasi Vidal) y Valjean (Jerónimo Rauch) está muy bien trabada, y las razones de ambos, bien definidas. En fin, vale mucho la pena.

Begoña Barrena (El País)

2 comentarios:

  1. Lo ví este año en Madrid y está genial, me encantó la puesta en escena, las voces, la historia.. es una maravilla

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  2. Así es, Tatty, un gran espectáculo. Totalmente recomendable.

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