Título original: Nuovo Cinema Paradiso
Dirección: Giuseppe Tornatore
Guión: Giuseppe Tornatore
Fotografía: Blasco Giurato
Música: Ennio Morricone
Producción: Coproducción Italia-Francia; Les Films Ariane / Cristaldifilm / TFI Films / RAI
País: Italia
Año: 1988
Género: Drama
Duración: 123 min.
Intérpretes: Philippe Noiret, Jacques Perrin, Salvatore Cascio, Agnese Nano, Brigitte Fosey, Marco Leonardi, Antonella Attiu, Enzo Cannavale, Isa Danieli, Leo Gullota, Pupella Maggio, Leopoldo Trieste
Cinema Paradiso es una historia de amor por el cine. La película narra la historia de un niño de un pueblecito italiano, en el que el único pasatiempo es disfrutar de las películas del cine Paradiso. Subyugado por las imágenes en movimiento, Salvatore cree ciegamente que el cine es magia, pero, un día, Alfredo, el operador, accede a enseñarle al pequeño los misterios y secretos que se ocultan detrás de una película. Salvador va creciendo y llega el momento en el que debe abandonar el pueblo y buscarse la vida. Treinta años después, recibe un mensaje, en el que le comunican que debe volver a casa. (FILMAFFINITY)
Segundo largometraje de Giuseppe Tornatore (“El profesor”, 1986). Escrita por él con la colaboración de Vanna Paoli, tiene una importante base autobiográfica. Se rueda en escenarios naturales de Bogheria (Palermo, Sicilia), ciudad natal de Tornatore, otras localidades de Sicilia (Castelbuono, Cefalú...) y Roma. Obtiene un Oscar (película de habla no inglesa), el Gran Premio del Jurado (Cannes) y otros premios. Producido por Franco Cristaldi para Cristaldifilms (Roma) y Films Ariane (París), se estrena el 17-XI-1988 (Italia).
La acción dramática tiene lugar en Giancaldo, pequeña localidad pesquera imaginaria de Sicilia, y en Roma, a lo largo de algo más de 40 años (1945-1987). El pequeño Salvatore “Totó” Di Vita (Cascio), de 6 años de edad en 1945, muestra un temprano interés por el cine que cada semana se proyecta en la sala Cinema Paradiso del pueblo. Entabla amistad con el proyeccionista Alfredo (Noiret), mientras asiste a la escuela y hace de monaguillo en la Parroquia que rige el P. Adelfio (Triestre). Vive con su madre María (Attili) y su hermana. El padre murió en Rusia durante la IIGM.
El film suma drama, comedia, romance y análisis social. Se divide en tres partes bien diferenciadas. La primera se refiere a los años de la posguerra (1945-55) y está narrada desde el punto de vista de un niño. La segunda parte focaliza la atención en los amores adolescentes de Salvatore y Elena (Nano), rubia y de ojos azules, llegada de fuera con sus padres, y en la incorporación al servicio militar. La tercera parte narra el regreso fugaz del protagonista a Giancaldo, convertido en un realizador de cine de prestigio, con motivo del fallecimiento de Alfredo.
Narrada mediante un largo flashback, que abarca la primera y segunda parte, el film explica de manera detallada y minuciosa una historia emocionante y enternecedora. Suma la sobriedad y sinceridad del neorrealismo y el humor y gracia de la comedia italiana. La evocación de la infancia y juventud se presenta sazonada de nostalgia y humor a partes iguales, mientras en el tramo final el relato eleva el tono melancólico y se reviste de aires melodramáticos. Muestra con horror la frecuencia y rigor de los castigos corporales que recibían los niños, en casa y en la escuela, en los años 40 y 50.
Presenta una galería de personajes populares sencillos, cálidos y entrañables, que definen la manera de ser, pensar y comportarse de los habitantes de la localidad y de los espectadores del cine. Entre el público hay chiquillos alborotados, jóvenes en busca de novia, madres que dan el pecho a bebés, aficionados que se saben de memoria los diálogos, parejas que se acarician, chavales que se masturban, chicas engalanadas en busca de marido, mayores que se duermen, etc. El público asiste activamente mediante ruidosas quejas por los cortes, ovaciones al héroe, risas sonoras, etc.
Entre los personajes singulares sobresalen el tonto del pueblo, el cobrador y acomodador de la sala, el cura párroco que amplía la censura oficial con aportaciones propias (cortes adicionales), la prostituta que ofrece servicios rápidos y discretos en los lavados, el neofascista que escupe al público de la platea, el terrateniente que da órdenes... En los años 40 y 50, antes de la proliferación de la televisión doméstica, las salas de cine de pueblo eran, después de la Iglesia parroquial, el principal referente formal de reunión, encuentro, convivencia, conversación, comunicación, exhibición y demostración pública.
De la película se han hecho tres versiones. La versión original italiana es de 155 minutos, la versión internacional es de 123 minutos y la versión extendida (director’s cut), editada en DVD, es de 174 minutos. Entre la versión extendida y la internacional no sólo hay diferencias de duración, sino también de sentido y contenido.
El film rinde homenaje a películas americanas famosas (“La diligencia”, “Casablanca”...), italianas (“Ana”, “El grito”, “La terra trema”, “El jeque blanco”...), alemanas (“El ángel azul”), etc. Ofrece imágenes de actores y actrices de Hollywood (Clark Gable, Chaplin, Ingrid Bergman, Buster Keaton, Stan Laurel, Oliver Hardy...) e italianos (Totó, De Sica, Sophia Loren, Vittorio Gasmann, Silvana Mangano...). Hacia el final ofrece un emocionante y divertidísimo montaje de los besos supuestamente censurados por el P. Adelfio, extraídos de “La quimera del oro”, “Las noches blancas”, “El forajido”, “Los viajes de Sullivan”, “Primera plana”, “Alas” y muchas más. La obra destila amor al cine y a su universo de estrellas, títulos famosos, mitos, historias, fascinación y magia. Además de fuente de entretenimiento y felicidad, el cine es, para el autor, fuente de conocimiento y medio de aprendizaje.
La película apuesta por valores como la fuerza de voluntad, la amistad, las capacidades de las personas con discapacidad, las relaciones intergeneracionales, la lucha contra el conformismo, los afanes se superación y realización, etc. Celebra la amistad, la infancia, la juventud, la fiesta, la alegría de vivir, etc.
La música, de Ennio Morricone, ofrece una banda sonora admirable, con composiciones alegres y festivas, como el tema principal (“Nuevo Cinema Paradiso”), dramáticos (“Cinema in flamme”), melancólicos (“Visita al Cinema”) y un hermoso tema de amor, de Adrea Morricone. Sobresale el “scherzo” que acompaña a la escena de Totó y Alfredo en bicicleta. La fotografía, de Blasco Giurato (“Una pura formalidad”, Tornatore, 1994), en color, aporta una descripción visual realista, amable y humorística, que complementa con primeros planos intimistas y melancólicos hacia el final. Gran interpretación de Noiret y muy meritoria la del debutante Salvatore Cascio en el papel de niño de 6 años.
Film entretenido y fascinante. Clásico moderno del cine italiano.
Miquel (FilmAffinity)
Tarde o temprano llega un momento en el que hablar y estar callado es la misma cosa...
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