Título original: Citizen Kane
Dirección: Orson Welles
Guión: Orson Welles & Herman J. Mankiewicz
Fotografía: Gregg Toland (B&W)
Música: Bernard Hermann
Producción: RKO / Mercury Theatre Productions
País: Estados Unidos
Año: 1941
Género: Drama
Duración: 110 min.
Intérpretes: Orson Welles, Joseph Cotten, Everett Sloane, George Coulouris, Dorothy Comingore, Ray Collins, Agnes Moorehead, Paul Stewart, Ruth Warrick, Erskine Sanford, William Alland, Alan Ladd
Un importante financiero estadounidense, Charles Foster Kane, dueño de una importante cadena de periódicos, de una red de emisoras, de dos sindicatos y de una inimaginable colección de obras de arte, muere en Xanadú, su fabuloso castillo de estilo oriental. La última palabra que pronuncia antes de expirar, ”Rosebud”, cuyo significado es un enigma, despierta una enorme curiosidad tanto en la prensa como entre la población. Así las cosas, un grupo de periodistas emprende una investigación para desentrañar el misterio. (FILMAFFINITY)
La conocida afirmación de Francois Truffaut, según la cual, «todo aquello que importa en el cine a partir de 1940 ha recibido la influencia de Ciudadano Kane» es compartida por la práctica totalidad de la crítica especializada. Antiguo niño prodigio, cuya obra al frente de la compañía Mercury Theatre, tanto en los escenarios como en la radio, le había valido grandes elogios, granjeándole igualmente el merecido apelativo de «genio», Orson Welles fue contratado por la R.K.O. en 1939, cuando contaba tan sólo veinticuatro años de edad. Durante sus dos primeros años en los estudios, su trabajo en dos proyectos que finalmente no verían la luz, una versión de El corazón de las tinieblas y el thriller The Smiler with the knife, le permitieron absorber gran cantidad de información sobre la técnica cinematográfica y le llevaron a realizar el comentario de que los recursos del estudio eran «el tren eléctrico más grande que jamás había tenido un niño».
La película, conocida antes de iniciarse el rodaje bajo los títulos de «American» y «John Citizen, USA», está basada en un personaje real, el gran magnate William Randolph Hearst, cuyos adláteres se esforzaron en todo momento por conseguir su paralización. Si su admirada estructura, basada en la superposición de los relatos de varios testigos, se inspira en Poder y gloria (The Power and The Glory), una película de 1933, donde se narra la vida de un despiadado magnate de la industria por medio de flash-backs, su carácter de análisis de las complejas relaciones que existen entre el poder individual, la elección personal y el contexto social es un testimonio de la fascinación que Welles sentía por Shakespeare. Sin embargo, Ciudadano Kane fue, ante todo, una piedra angular en el desarrollo artístico y estilístico del cine.
Desechando la puesta en escena convencional, basada en el montaje de una sucesión de planos generales, planos cortos y primeros planos, y apostando, en su lugar, por una composición en profundidad en cada encuadre, Welles crea sentido a través de la forma en que los personajes se ubican en su entorno (el moribundo Kane, por ejemplo, perdido en el inmenso vacío de su mansión). Los logros del proteico Welles en sus distintas facetas de guionista, productor, director y actor no han quedado empañados en lo más mínimo tras el paso de más de medio siglo.
Allan Hunter, Los clásicos del cine, Alianza Editorial (1992).
Hola,mi niña esta tambien la e visto,y por cierto me gusto mucho,vas a tener algun dia libreen el puente de la constitucion.... un besote
ResponderEliminarQué va, me temo que el acueducto de la Consti me va a pillar trabajando todos los días, ya te contaré.
ResponderEliminar